Sunday, October 23, 2022

HELLO DEMOCRATIC FRIENDS, WE PUBLISH TODAY ONE CHAPTER OF MY NEW BOOK TO BE BROADCASTED WORLDWIDE : 'INTRODUCCION A LA TEORIA DEL APELOTONAMIENTO [SEGUNDA PARTE]' . CHAPTER TITLE IS : 'SI GANAIS A RUMANIA APROBAMOS FILOSOFIA' :


A CHAPTER SAMPLE OF MY NEW BOOK 'INTRODUCCION A LA TEORIA DEL APELOTONAMIENTO [SEGUNDA PARTE]' 


'SI GANAIS A RUMANIA APROBAMOS FILOSOFIA' 


[ TIME: WINTER 1975 ]
[ PLACE:  SECONDARY SCHOOL 'ALVIMAR' , LINNEO STREET MADRID, ARGANZUELA DISTRICT, TODAY SET NEARBY IN OTHER STREET WITH NAME 'GRAN CAPITAN SECONDARY-SCHOOL INSTITUTE  ]



Habia en el patio un amplio y alto bordillo de asiento hecho con cemento gris pegado a los muros. El tejado de canalillo cubria la mitad y era útil para jugar partidos con lluvia o mucho viento. El inconveniente es que estaba sujeto con barras de hierro. Estas servían para agarrarse y girar sin caer cuando corríamos detrás de la pelota o intentábamos un regate rápido. Pero el riesgo era despistarse y pringar con un cabezazo o golpe cuando se cruzaban con nosotros en el camino hacia el gol. Patio gris, anodino y tedioso, al que sacábamos toda su utilidad en 1975. Mas no había en aquellos tiempos, y gracias a que los bedeles Baltasar, Heliodoro o Quintin hacían la vista gorda, no siempre, para dejarnos estirar las piernas tras el balón. El mas peligroso e imprevisible era Baltasar, apodado ‘El Balta’. Si algún dia estaba empiñonado por cualquier asunto, salía bruscamente con el palo largo que usaban los profes para las diapositivas a zurrarnos y espantarnos. Esas magnificas circunstancias validaban la inteligente consigna de Napoleon. Una retirada a tiempo es una Victoria. Saltabamos los muros del patio por todos lados y alguno salvaba la pelota lanzándola fuera del recinto. No era fácil saltar por los muros, eran altos y te podias hacer daño con el metal, pero la experiencia y practica adquirida a lo largo de muchas fugas nos habían hecho agiles, incluso a los fofos o malos en gimnasia.

Eran las tardes de enero, frias, de pronto anochecer, y con el traqueteo lejano de algún tren que pasaba cercano por las vías de al lado de calle Pizarra. Frustracion?, no en absoluto, porque la mayoría no conocíamos cosas o sitios mejores. Nuestro barrio era todo el mundo, aunque algunos avispados ya empezaban a explorar otros sitios los domingos para conocer chicas. Yo estaba tan centrado en mis estudios que los fines de semana me dedicaba a dormir, escribir en mi diario oyendo musica en un primitivo casette cuando mi padre me lo prestaba, o jugar un partido en Pontones si habia competicion. Esto es lo que había, y mirando a través del jardín, las pibas con faldas tableadas grises y jersey verde pare echar una sonrisa o avispado guiño conspirador entre nosotros. Muchas de ellas muy guapas, cierto y comprobado, hablabamos y las comentabamos mas que hacer algo, mucha especulacion, las poniamos motes en relacion a sus atributos —ellas hacen lo mismo, no hay mucha diferencia entre sexos. Como viven los de letras, si tuviesemos tanto tiempo como ellos!. Era un comentario frecuente entre mi grupo de colegas.

No me avergüenza admitir mi absoluta ingenuidad e inutilidad para conseguir alguna. Era muy inepto para saber pedir aquello eso y sobre todo para captar el momento de la oportunidad. Pero bueno, ser patoso es disculpable cuando es de nacimiento. Como dice El Turko con Sabiduria, El Todo no abarca siempre las Partes por completo. Cierto, con los años he aprendido, aunque la torpeza nunca se supera o elimina, mas bien se repara. 

Alla esa tarde de invierno algunos avispados de la clase habían pillado el dia anterior entradas gratis para el partido de clasificación contra Rumania para la Eurocopa en el glorioso Bernabeu. De ese partido, creo recordar, dependía la clasificacion. Se revolucionaron y excitaron, la insurreccion por saltarse una tarde de clase, especialmente con la terrible Filosofia y acudir a un partido, había turbado sus mentes. Ademas, Filosofia de Sexto, la mas odiada asignatura, era de cinco a seis. Acontecio un sinergismo psicolgico invernal. El cabreo acumulado y generalizado del tedioso y monótono invierno con Filosofia, Matematicas, Literatura y Fisica, unido a la nuestra pobreza futbolística nacional en resultados. Las entradas las regalaron para llenar el estadio, probablemente, y animar a nuestros cutres jugadores y medios deportivos para la única opción posible: ganar o empatar, y clasificarse. Menda no estaba en esas coordenadas. Yo por entonces leia a Tom Sawyer, Guilllermo Brown, El Quijote, y los libros Austral de aspero y amarillento papel abandonados por mi padre en el fondo del armario del pasillo. 

Sin embargo, había que esquivar la censura. Registraba el armario buscando textos arrinconados de Austral a horas en las que era imposible ser descubierto por la tutela paternal. Cuando no jugaba al futbol durante el recreo, de once a once y media todos los días, soñaba con la bella Becky de Tom Sawyer, para mi, como novia y musa inalcanzable. Evasion del recreo, media hora por la mañana.


Las paredes de nuestra clase estaban pintadas con pintura plástica verde claro resistente a casi todo. La rutina de La Señorita Vela, nuestra exigente profesora de Filosofia, era poner a los que sacaba en fila contra la pared a lo largo del corredor de entrada al aula. La mayoria la odiaban, yo no en absoluto, me gustaba la asignatura. Pero callaba y no hacia comentarios para no crear antipatias. Existia un refugio, sin embargo. Una columna para esconderse aquel suertudo, y que la próxima pregunta pasara al siguiente si la Diosa Fortuna hacia que la profa se despistase o no víese algún trozo humano de alumno escondido tras esa columna. 


Recuerdo esa columna salvadora, que yo apenas usaba, pero me sonreia por dentro cuando alguno de mis compis lograba ocultarse, con nostalgia por la picardia de quinceañeros. Era un refugio parecido a los bancos del Parque de Santander en los ochenta y principios de los noventa, cuando aun estaba apenas concurrido en invierno. Entonces contemplaba el césped de la pista de helicópteros a la vez que resolviendo formulas relajado durante los años del bloqueo. 


Asi la clase esa tarde, puestos en plena faena, alineados en el interrogatorio, esperando el hachazo, miramos a través de las ventanas. Yo estaba de pie en la fila, veia claramente la entrada del patio. Los de los pupitres tambien. Alla, en la puerta del patio, en lontananza, como decían los ejercicios de textos en Literatura, apareció una pancarta. Unos tenues susurros y ruidos entre los fusilados y también entre los de los pupitres se oyeron. Era una cutre pancarta hecha con una sabana blanca y dos palos de fregonas. La pancarta, sujetada por los fugados, dicho sin sentido religioso, rezaba: 



‘SI GANAIS A RUMANIA APROBAMOS FILOSOFIA’ 



La vi de lejos, sujeta por los escapados que no se atrevían a mostrarla mas alla de la entrada del patio. La profa la ignoraba, nosotros nos poníamos la mano en la boca para soltar un comentario o aviso al de al lado. La gélida tarde de invierno se transformo en un regocijo secreto o cachondeo encubierto que nos resucito del sopor filosófico. Siendo dos tópicos completamente distintos, casaban en algo común. La dificultad de la asignatura de Filosofia y el gafe crónico de imposibilidad que tenia la selección para ganar claramente a Rumania. Como dice El Turko con Sabiduría, distintos casos coinciden en cosas comunes. 


El partido se vio en blanco y negro por la mayoría de nosotros al salir en casa. Los proscritos estaban en el Bernabeu gratis. Creo recordar que no fue un encuentro de futbol de calidad, mas bien defensivo, de contención y especulación por parte de Rumana y ataques agónicos de los nuestros, tipo años setenta. A las nueve del dia siguiente la pancarta era el lejano pasado y el paredón de Filosofia perduraria hasta finales de Mayo. Muchos aprobaron, la mayor parte, tampoco era para tanto. Era mas tortura teatral arrinconados en fila contra la pared del fondo de clase que amenaza real. 


El sol del verano nos esperaba para tranquilizarnos con un varios meses libres. Los arboles de Virgen del Puerto empezarían a echar algo asi como flores blancas azucaradas que a veces mascábamos al vagabundear por el barrio. Entonces, Mayo y Junio, era el tiempo de mirar a nuestras compis, vacilarlas algo si se dejaban, y disfrutar con sus faldas de verano que crispaban nuestras neuronas—condicionado a la calidad del muslamen. Y vendría el curso siguiente para luchar por el cinquillo. Mejor no pensarlo. 



EPILOGO 



La selección se clasifico y llego a cuartos en el campeonato. La mayoría aprobamos Filosofia en Junio. Llego el verano y después de la revalida de sexto todos al agua de la playa. Nunca me disgusto la Filosofia. Opino, digamos, que la Filosofia enseña a pensar criticamente por uno mismo. Es una herramienta para combatir los lavados de cerebro, y ganar libertad personal. Cada vez hay mas adoctrinamientos de todas clases en esta epoca de restricciones y control. Tambien, sin embargo, la Filosofia tiene sus criticos destructivos. Aquellos que eligen economia sobre cultura, mas bien muchisimos y poderosos. Cuando estaba en Finlandia en 1998, encontre un chiste en un periodico: un individuo serio y encorbatado hablaba con Socrates envuelto en una tunica griega y le decia : 'Socrates, olvida las Filosofias y matriculate en informatica'. El que lea este capitulo que elija su bando favorito. Por el momento tenemos algo de libertad.





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